27 de octubre del 2011

Ese día fue insignificante en mi vida y me ayudo a crecer en el 2012 efectivamente, una persona a quien yo respetaba muchísimo no establecíamos una gran relación pero siempre muy amable de ambas partes. Hasta que ese viernes 27 de octubre un día muy llovioso en una celebración en la cual conocí gente maravillosa y yo estaba muy feliz, esta persona me confundió por completo porque le mintieron y sin embargo sin argumentación justo me vino a decir con un tono sumamente agresivo “vos la verdad dejas mucho que desear”. Resulta que dicha persona le hizo muy mal a mi familia pero llega al punto de que casi se muere un integrante de mi familia por su culpa. Volviendo a lo sucedido en ese momento yo estaba sentada en una mesa separada de la suya esta persona llego a sentarse luego de dirigirse a mí con cierto prejuicio. Yo la verdad que todas las cosas que hacia no me las aguantaba más y entre esos segundos explote en un llanto, fue en el mismísimo momento que todos mis familiares se quedaron perplejos yo soy una persona muy tímida que no suele hablar mucho peor no aguante más llore como nunca antes. Cierta persona se fue del evento no sé si avergonzada ni me interesa, pero lo que hago referencia con este ejemplo de lo que me paso es que de nada hay que quedarse callado porque yo me puse a llorar porque quería aclarar los tantos y me dijo que no y no aguante más y bueno. No hay que juzgar a nadie sin tener un argumento válido previo por más que vos creas que es una pequeñez un detalle y te lo conto alguien de confianza. Muchas veces la gente nos miente es por eso que nosotros tenemos que averiguar y después hablar con la persona a solas y tranquilos no en un evento como este que era un casamiento. Espero no haberlos aburrido con esta historia pero la verdad es que yo no me podía dejar de valorar por alguien que arruino tanto y nadie le decía nada. Nadie es el dueño de nada y menos de nuestras vidas. No nos tenemos que rebajar por nadie. Aprendamos a respetarnos.